"La gesta de la dama robada"
Cuentos de princesas
agitadas por el viento,
alimentados cual llamas
con el oxígeno de tus besos.
Creí las palabras,
olvidé los hechos;
dejé que el azúcar
aplacase mis nervios.
Salté hacia el abismo,
sobre carámbanos de hielo;
pistas siempre erróneas
de mis oníricos deseos.
A veces cuando las hadas cantan
los oídos se vuelven tiernos,
te engatusan como sirenas
te hacen volar de nuevo.
Y de repente te das
otra vez contra el suelo.
Ser valiente es
como pisar fuego,
si no corres rápido
perderás el pelo.
Y nunca esperes
al final un beso.
(01/02/16) CdE
Cuentos de princesas
agitadas por el viento,
alimentados cual llamas
con el oxígeno de tus besos.
Creí las palabras,
olvidé los hechos;
dejé que el azúcar
aplacase mis nervios.
Salté hacia el abismo,
sobre carámbanos de hielo;
pistas siempre erróneas
de mis oníricos deseos.
A veces cuando las hadas cantan
los oídos se vuelven tiernos,
te engatusan como sirenas
te hacen volar de nuevo.
Y de repente te das
otra vez contra el suelo.
Ser valiente es
como pisar fuego,
si no corres rápido
perderás el pelo.
Y nunca esperes
al final un beso.
(01/02/16) CdE
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