jueves, 7 de septiembre de 2017

Pasifloras de sol

Hoy la pasiflora está en flor,
y siento tus besos en mis labios.
Y aunque el sol ya ilumina el cielo,
no podrá borrar de mi piel tus manos.

Por mucho que el agua corra,
te siento aun muy cerca.
Como piel de mi piel,
como sangre en mis venas.

El sueño me cierra los ojos,
mis pensamientos amortiguados,
los miembros aun entumecidos,
los labios aun suspirando.

Y algo en mí te grita:
Arráncame de la monotonía,
arrástrame y no miremos atrás.
Para no convertirnos en sal,
o como si nos guiase el azar.
Y para que la oscuridad diaria
no nos pueda alcanzar.



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