Capítulo
II- Sueños y Bombas
2:15 a.m.
Un alarido cruzó la
noche, alto y fuerte. Un grito de dolor que aunque fuese mío me hizo saltar
alerta, como tantas otras noches.
Vivir en Madrid ya
no es seguro, ahora esto es un campo de batalla.
La gente que no
pudo luchar fue trasladada a Sudamérica, el único trozo de tierra seguro y
habitable a día de hoy, los demás partieron hacia Europa, a la guerra, pero no
todos nos fuimos.
Si ibas al sur o la
reserva como algunos la llaman, antes o después vendría un barco con destino al
frente para ti.
Algunos se quedaron
en sus hogares, otros se escondieron de la guerra a la que les tocaba ir, y yo
del almacén de guerreros que era mi destino; además, no había sitio para todos
en aquellos ferrys, si yo iba alguien tendría que morir aquí, el ataque era
inminente.
Sobrevivo cambiando
de casa cada noche, quedamos pocos, no hay comida y el gas de las bombas hace
el aire toxico e irrespirable. Todo está destruido, poco queda en pié.
No sé nada de mis
seres queridos, mis padres murieron, mis amigas simplemente desaparecieron,
ahora sé que puedo decir sin lugar a dudas que de verdad estoy SOLA.
Nada altera mi
rutina pero algún día me encontrarán. Soy una gran actriz, se llorar, se poner
cara de pena, siempre fui una buena chica y tal y como está mi ropa podría
haber salido de debajo de un edificio hoy mismo.
Tengo edad suficiente
para ir al frente, pero quizás pase en reserva una temporadita, eso si me
atrapan.
Antes me quejaba de
ser bajita pero cuando el hollín te cubre, y
no se es muy grande tu camuflaje es perfecto.
Sin embargo hace frío, el invierno está
llegando, ya es casi noviembre según creo y las nubes de humo tapan el sol. Sé
que debería intentar llegar a una zona más cálida pero las carreteras son
historia y no sé si podría sobrevivir en lo alto de una montaña, o andar tanto.
Los días pasan
rápido y hoy tendré que salir a buscar comida, estoy en peligro, amanece.
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6:05 a.m.
Una bomba cayó en
el edificio de al lado, el silbido me debía de haber advertido pero estaba
enfrascada en mis pensamientos. Estarse quieto no es una buena idea, cogí mis cosas
y salí afuera.
Fuego abierto significaban las seis de la
mañana, la hora de correr.
Cada bomba me
acorralaba contra campo abierto, allí sería un blanco fácil, mi única esperanza
era llegar a los bosques más allá de la ciudad aunque un incendio y estaría
muerta, por ello y a coste de mi vida corría en dirección contraria, hacia la
bombas y los patrulleros, yo sabía que en unos días me caería encima una bomba
o me encontrarían….
El problema es que
a veces unos días pueden ser solamente unas horas...…..
Debo partir,
Hasta que el fuego
cese.
17:30 p.m.
He encontrado
provisiones, como siempre cosas caducadas, pero hace mucho tiempo que no les
hago ascos, si no estaría muerta.
Ya solo quedan latas. La gente pelea por la
comida, se matan, estoy segura de que si supiesen lo que yo tengo se unirían
para quitármelo, por ello es mejor no acercarse a nadie, son peligrosos,
incluso he oído de canibalismo, hasta ahora he tenido suerte.
Podría decirse que
ahora mismo soy rica, tengo un revolver, y una escopeta de caza, que quizás
algún día necesite en los bosques;
medicamentos, vendas y yodo; una dinamo, un potabilizador de bolsillo, una
manta y conservas como para un mes.
Hoy saldré a campo
abierto. Cuando pare el fuego y la luna esté tapada, todo será oscuridad.
Con suerte los
patrulleros no me verán, si llego al bosque por fin me libraré de ellos.
Aun quedan horas
para poder salir de aquí, debería dormir, pero he olvidado como se hacía.
He olvidado muchas
cosas, las he apartado de mi memoria, les he guardado en cajas, cajas que a
veces abro cuando la noche no me deja ver ni mis pies, cuando la oscuridad lo
envuelve todo, cuando necesito un poco de calor para no volverme de piedra.
Cuando llorar es la única opción.
Pero cuando
recuerdas, y piensas en todo lo que tenías, en lo que te han arrebatado o nunca
tuviste ni tendrás; entonces el dolor es más fuerte que tú y desearías que una
bomba te hubiese matado ya.
Y te juras a ti
mismo que hasta que no aprendas a revivir sin sufrir y a seleccionar la
felicidad de tus recuerdos, no lo volverás a intentar, no hasta que no seas más
fuerte. JA
Siempre caes y rememoras:
aquellos días que te hicieron sonreír, aquel amor que pudo ser y no fue, las
sonrisas, las miradas, él, tus amigas, tu familia y todo lo que te rodeaba y que
ahora está reducido a cenizas a tu alrededor, roto a jirones como tú misma.
Luego piensas que algún día cambiará todo, que
el mundo volverá a renacer, a ser igual, pero algo en tu interior grita, grita
siempre histérico: ¿CÓMO? ¿Cómo?, ¿Cómo?
Eso sí, la guerra
me ha aportado algo, saber como es el verdadero insomnio, y aprender a soñar
despierta, dando cabezadas tan rápidas que las motas de polvo siguen estando en
el mismo lado cuando abro los ojos, si es que de veras los cierro.
A este paso me
moriré, pero de sueño. Hace más de dos semanas que no duermo más que ha
cabezadas, (aunque la verdad es que el tiempo lo mido por ciencia infusa).
El mundo ha
cambiado tanto que los días siquiera tienen sentido, si nada ya es igual, ¿por que ellos sí?
La respuesta es fácil, lo único que el
hombre no puede destruir es el tiempo, el tiempo lo destruye a él. Siempre y
por siempre.
4:30 a.m.
Es hora de salir,
atravesando el campo desierto de ruinas. No se ven patrulleros, van hacia el
norte como cada noche, solo rezo por que no cubran aún los bosques.
Allá voy,
simplemente CORRO.
Corro, corro y
corro entre zanjas y socavones, no me veo los pies pero veo el camino, sé el
camino, algo tira de mí,…….., mi instinto de supervivencia está bastante
desarrollado de tanto golpe que me he dado,……. y me doy.
Debo seguir, solo
unos metros más, ya veo los bosques, que antes no existían, pero ahora van a
ser mi refugio.
Las bombas silban
al descender, girando y girando desde lo alto, hasta caer a pocos metros, los
suficientes como para no salir volando.
No me creo que ya
sean las seis, parece que deberé seguir corriendo,………., Dios, me parece que no
tengo piernas de tanto correr.
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Minutos después……..
Al fin, el BOSQUE,
me dan ganas de gritar eufórica, hasta que miro a mi alrededor, donde la
amenazante oscuridad ríe de repente en su silencio.
Los pájaros y todos los sonidos han cesado,
saben que estoy aquí, soy una intrusa en su territorio, y no dudarán en
responder a mi no muy sigilosa presencia.
Lo primero, fue un
ruido atronador de varios minutos; lo segundo fue peor, más de veinte pares de
ojos de distintas naturalezas me observaban furiosos: los ambarinos de los lobos
y los azulados de una manada de gatos
salvajes, los ojillos pequeños de los jabalíes,
además de algún gato montés y una pantera agazapada encima de mi cabeza.
De repente la luz
que pasaba entre los árboles se apagó, algo la cubrió. Yo esperaba lo peor,
algo que no llegó.
Había oído saltar a
la pantera y acechar a los lobos pero no sentí los mordiscos, todo estaba oscuro,
quizás estuviese muerta, ¿pero, no estaba todo igual de oscuro antes?
Fuese como fuese la
escopeta estaba en mis manos y yo volvía a correr. Hasta que tropecé con una
raíz y me fui al suelo.
Y allí me quedé, no
podía levantarme, no había músculo que no me doliese, y al fin me dormí, largo
y tendido, sobre el frío suelo del bosque, entre tierra y hojas, a la vista de
todos, indefensa hacia los animales, pero dormida, y lo supe porqué los sueños,
en parte recuerdos volvieron a mí tan vívidos como si yo estuviese allí, como
si todo aun existiese.
Volví a ver, a
recordar, a vivir, un día cualquiera de mi anterior vida,…….” y allí estaba yo,
sentada en un cercanías, con todo el sol dándome de cara. Realmente lo veía
todo amarillo sol, pero me gustaba, sentía el calor, me sentía triste pero
feliz a la vez, mi mejor amiga me había dado de lado y las demás no iban a mi
clase. Alguien se sentó en el asiento en frente al mío, quien quiera que fuese
iba marcha atrás, ni siquiera me inmuté, ni me fijé en quien era, hasta que un
túnel me quitó la ceguera y vi unos grandísimos y brillantes ojos negros, que me asustaron en un principio.
Después solo oí una
voz amarga y triste que dijo: siento
haberte molestado, pues yo volvía a no ver nada, mientras, sus pasos me decían
que él se alejaba. ¿Por qué yo siempre lo alejaba de mí? “
Y
no el sol, si no la lluvia me despertó en el bosque, empapada, desorientada y
hambrienta, ¿cuánto habría dormido?, ¿horas o días?
Sea como sea debo encontrar un refugio YA.
23:40 p.m.
Mis piernas son de
gelatina y se me ha hecho de noche, pero he encontrado una caravana abandonada
en medio del bosque, me llevará tiempo limpiar y arreglarla pero es un buen
sitio para vivir. Aquí no hay animales y eso es extraño, me hace pensar que no
estoy tan sola como creo, pero está demasiado oscuro para pensar en aventurarme
a salir.
Soy valiente, no idiota.
0:00 p.m.
¿Qué ha sido eso? ¿Quién
esta ahí?, es tonto preguntarlo, pero aun así lo grité angustiada.
No sé que prefiero,
animales salvajes, personas hambrientas, o un regimiento de patrulleros. Da
igual nadie me va a pedir opinión, por lo menos ya no se oye nada,……,
OH Dios mío, ¿qué
fue eso? ¿Una voz? Patrulleros.
Después de todo
este lugar no es tan seguro como pensaba.
Esta noche va a ser movidita, tienen hasta
helicópteros, creo que me han localizado.
Todo tiembla a mí
alrededor, no sé cuanto aguantará aquel estante, va a caer encima de mí. Ya se
desprende,……, buf, se ha quedado colgando. Por poco.
Voy a intentar moverme hasta la escopee…e....
¡aahu!…. ¿qué?..........
Todo se desvanece,
al final sí que se me ha caído encima, lo veo todo borroso, distorsionado, se
me va laa…la….la cabeza….
(Otra vez a soñar)
Es obvio que estoy
delirando, ¿qué es eso?
¿Un ángel?, vaya si
que estoy delirando…, aun se ve borroso, pero yo diría que le conozco,
OH claro, claro que
le conozco,… aquel día en aquel museo, no se como me desmayé y él me cogió
antes de caer, además fue delante de aquella escultura, sí ya recuerdo, la de Canovas.
Parecía tener alas. Parecía un ángel, MÍ ángel, tan triste y bello a la
vez,...él siempre parecía triste, pensativo, como si vivir le doliese. Salvo
con sus amigos, todo chico de mi generación sabe fingir ante su “manada”,
algunos hasta parecen ser bipolares, o tener una doble personalidad, el no,
simplemente era un gran actor.
Es una
pena que todo se acabe tan pronto aquel instante fue bonito, visto desde fuera,
porque desde dentro, no sé como hacía siempre para ofenderle.
Aun así prefiero no pensar en eso. ¿Qué habrá
sido de él?, ¿seguirá vivo?
Espero que sí, pero
ahora solo puedo decirle desde mi recuerdo…
Hasta que
nuestros caminos se vuelvan a cruzar, en mis sueños, solo en mis sueños…….
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